Reforma política
Por Axel Cantlon
Esta semana se aprobó con media sanción, la nueva ley de reforma política, en la Cámara de Diputados de la Nación.
La última elección, fue el detonante del sistema de partidos que comenzó por el año 2003, cuando por primera vez en una elección a Presidente de la Argentina, candidatos de otros partidos distintos a la UCR y el PJ obtuvieron un importante porcentaje de votos. Igualmente, hay que resaltar que los candidatos con mayor cantidad de votos fueron desprendimientos de estos dos partidos históricos de nuestro país.
A pesar de que en el año 2005, se realizó un intento de elecciones internas simultáneas y obligatorias para todos los partidos políticos, este sistema fue luego eliminado durante la Presidencia de Nestor Kirchner.
Si recuerdan, dicha eliminación se realizó por la necesidad de Nestor Kirchner de evitar la interna obligatoria con Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires. De esa manera, el Frente para la Victoria no debía pasar por internas obligatorias del PJ, y además podía sumar listas "colectoras" de otro tinte político, para lo cual había trabajado mediante el discurso de la Concertación Plural.
Esta nueva ley, obliga a todos los partidos políticos a pasar por internas obligatorias y simultanéas; y a diferencia de la anterior ley del Gobierno de Eduardo Duhalde, en éstas próximas elecciones internas obligatorias y simultáneas son obligatorias también para todos los ciudadanos de nuestro país. Es decir que, de ahora en más las internas serán también como una elección general; en donde en el cuarto oscuro se encontrarán las boletas de todas las listas presentadas a las internas de la Unión Cívica Radical más las boletas de las listas presentadas para la interna del Partido Justicialista, más las boletas de las listas presentadas para la interna de los partidos vecinalistas; y así como tantos partidos que pretendan participar de la elección general.
La restricción es que los votantes de todas las listas de un partido deben sumar el 1,5% del padrón general para que el Partido pueda presentarse en las elecciones generales; en caso contrario, queda sin chances de competir.
El problema que tiene esta ley, fundamentalmente, es la gran cantidad de boletas que existirán en el cuarto oscuro, y si una línea interna de un partido político tiene la capacidad para fiscalizar la elección; ya que ésta futura interna obligatoria y simultanea será como una elección general.
Estos problemas que tiene esta ley, se hubieran resuelto con la aprobación de la boleta única que reclamaban todos los partidos de la oposición; lo cual no fue tenido en cuenta. Y digo que se solucionaba, porque es distintos entrar a un cuarto oscuro con una única boleta por partido donde ésten todos los candidatos, y sólo sea necesario tildar uno; que elegir entre distintas listas sábanas que no se sabe con precisión todavía cual podrá ser la cantidad. Además, porque existiendo boleta única por partido, se evita el famoso robo de boletas, ya que en la misma se encuentran todos los candidatos, y se evita la necesidad de tener fiscales de mesa todo el día que estén revisando cada 10 votantes si hay boletas en el cuarto oscuro o no.
En definitiva, la reforma es positiva desde el lado que comienza a ordenar un sistema de partidos políticos que ya se había descontrolado en el 2005 y estalló en el 2009, con infinidad de partidos, muchos de ellos desconocidos; y porque obliga a todos los partidos a someter la decisión de sus candidatos a internas obligatorias elegidas por la ciudadanía, lo que evita que cualquier acuerdo expurio entre dirigentes oscuros que eligen candidatos entre gallos y medianoches, deban pasar por filtro de esta elección.
Pero también es negativa desde el punto de vista que no se incorporó la boleta única, ya que perjudica a los partidos chicos que no puedan fiscalizar la existencia de su boleta durante la elección; es decir, a aquellos partidos que no tengan la totalidad de los fiscales en las mesas habilitadas.
Pero, sin duda, creo que lo importante será que este sistema y sus posibles reformas parciales para ir mejorandolo, sea el definitivo para nuestro país, y que no sea modificado por el gobierno de turno, a gusto y piaccere como viene sucediendo en los últimos 7 años.
Esta semana se aprobó con media sanción, la nueva ley de reforma política, en la Cámara de Diputados de la Nación.
La última elección, fue el detonante del sistema de partidos que comenzó por el año 2003, cuando por primera vez en una elección a Presidente de la Argentina, candidatos de otros partidos distintos a la UCR y el PJ obtuvieron un importante porcentaje de votos. Igualmente, hay que resaltar que los candidatos con mayor cantidad de votos fueron desprendimientos de estos dos partidos históricos de nuestro país.
A pesar de que en el año 2005, se realizó un intento de elecciones internas simultáneas y obligatorias para todos los partidos políticos, este sistema fue luego eliminado durante la Presidencia de Nestor Kirchner.
Si recuerdan, dicha eliminación se realizó por la necesidad de Nestor Kirchner de evitar la interna obligatoria con Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires. De esa manera, el Frente para la Victoria no debía pasar por internas obligatorias del PJ, y además podía sumar listas "colectoras" de otro tinte político, para lo cual había trabajado mediante el discurso de la Concertación Plural.
Esta nueva ley, obliga a todos los partidos políticos a pasar por internas obligatorias y simultanéas; y a diferencia de la anterior ley del Gobierno de Eduardo Duhalde, en éstas próximas elecciones internas obligatorias y simultáneas son obligatorias también para todos los ciudadanos de nuestro país. Es decir que, de ahora en más las internas serán también como una elección general; en donde en el cuarto oscuro se encontrarán las boletas de todas las listas presentadas a las internas de la Unión Cívica Radical más las boletas de las listas presentadas para la interna del Partido Justicialista, más las boletas de las listas presentadas para la interna de los partidos vecinalistas; y así como tantos partidos que pretendan participar de la elección general.
La restricción es que los votantes de todas las listas de un partido deben sumar el 1,5% del padrón general para que el Partido pueda presentarse en las elecciones generales; en caso contrario, queda sin chances de competir.
El problema que tiene esta ley, fundamentalmente, es la gran cantidad de boletas que existirán en el cuarto oscuro, y si una línea interna de un partido político tiene la capacidad para fiscalizar la elección; ya que ésta futura interna obligatoria y simultanea será como una elección general.
Estos problemas que tiene esta ley, se hubieran resuelto con la aprobación de la boleta única que reclamaban todos los partidos de la oposición; lo cual no fue tenido en cuenta. Y digo que se solucionaba, porque es distintos entrar a un cuarto oscuro con una única boleta por partido donde ésten todos los candidatos, y sólo sea necesario tildar uno; que elegir entre distintas listas sábanas que no se sabe con precisión todavía cual podrá ser la cantidad. Además, porque existiendo boleta única por partido, se evita el famoso robo de boletas, ya que en la misma se encuentran todos los candidatos, y se evita la necesidad de tener fiscales de mesa todo el día que estén revisando cada 10 votantes si hay boletas en el cuarto oscuro o no.
En definitiva, la reforma es positiva desde el lado que comienza a ordenar un sistema de partidos políticos que ya se había descontrolado en el 2005 y estalló en el 2009, con infinidad de partidos, muchos de ellos desconocidos; y porque obliga a todos los partidos a someter la decisión de sus candidatos a internas obligatorias elegidas por la ciudadanía, lo que evita que cualquier acuerdo expurio entre dirigentes oscuros que eligen candidatos entre gallos y medianoches, deban pasar por filtro de esta elección.
Pero también es negativa desde el punto de vista que no se incorporó la boleta única, ya que perjudica a los partidos chicos que no puedan fiscalizar la existencia de su boleta durante la elección; es decir, a aquellos partidos que no tengan la totalidad de los fiscales en las mesas habilitadas.
Pero, sin duda, creo que lo importante será que este sistema y sus posibles reformas parciales para ir mejorandolo, sea el definitivo para nuestro país, y que no sea modificado por el gobierno de turno, a gusto y piaccere como viene sucediendo en los últimos 7 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario